Entre las ventajas de comprar en blanco, la etapa más anticipada que se puede encontrar en el mercado, están los precios significativamente inferiores; la posibilidad de elegir una mejor ubicación u orientación; y el tiempo para juntar el pie o pagarlo en cuotas, ya que en promedio se trata de proyectos con fecha de entrega a dos años plazo o más.
Adicionalmente quienes optan por la compra en blanco pueden lograr mejores condiciones en la elección de bodega o estacionamiento, según su conveniencia, e incluso en algunos casos podrían llegar a negociar ciertas modificaciones al proyecto, como la ampliación de una terraza o el cambio en el tipo de piso, lo que es posible debido a lo anticipado de la compra respecto a la ejecución de la obra.
Junto con el precio de liquidación, habitualmente estas casas o departamentos se promocionan con la entrega de una gift card o equipamiento adicional sin costo, lo que es bastante valorado por los clientes.
El propósito de las inmobiliarias al entregar todos estos beneficios para vender sus últimas unidades es reducir los costos que significa mantener el proyecto en venta con estos saldos, por lo que se trata de transacciones convenientes tanto para el cliente, que obtiene condiciones muy favorables, como para la empresa, que anticipa el cierre de su proceso comercial.
Otra de las ventajas de comprar las últimas unidades de un proyecto inmobiliario, es que en casi la totalidad de los casos se trata de viviendas con entrega inmediata, lo que permite conocer el barrio y a los vecinos desde un comienzo.
